Arsénico
Las características hidráulicas de las aguas subterráneas representada por una lenta velocidad de escurrimiento (que aumenta el tiempo de contacto con los sedimentos geológicos), la composición mineralógico-químico de este sedimento y su vulnerabilidad a los procesos de meteorización, disolución y facilidad para ceder oligoelementos al agua subterránea, son las causas del enriquecimiento de los acuíferos.
El consumo humano de agua con altos contenidos de arsénico y otros oligoelementos provoca una enfermedad conocida como HACREA (Hidroarsenisismo Crónico Regional Endémico Argentino) que provoca manifestaciones cancerígenas.
En los sistemas productivos, más allá de los transtornos operativos que ocasiona la utilización de aguas de mala calidad, la ganadería resulta la más perjudicada. El agua provee a los animales una importante cantidad de elementos, como sodio, calcio, magnesio y azufre, que incorpora a sus funciones metabólicas. Las aguas arsenicales y muy ricas en otras sales, alteran el paladar bovino disminuyendo su consumo y, en sistemas de cría y tambos, modifica la calidad y la cantidad de leche obtenida.
-Fertilizantes
La utilización de fertilizantes, principalmente de síntesis, representan un potencial riesgo de contaminación de acuíferos subterráneos cuando su aplicación se realiza en ausencia de las consideraciones agronómicas que contemplan el balance de nutrientes entre el consumo de los cultivos y el aportado por los suelos
Los nutrientes constituyen parte de los recursos del ambiente, los que conjuntamente con el manejo de las características de los genotipos, el conocimiento de la dinámica de las variables climáticas, las labranzas y otras prácticas tecnológicas, generan incrementos en los
Si bien el uso de fertilizantes nitrogenados ha aumentado considerablemente en los últimos cinco años, Andriulo (1995) sostiene que la fertilización no es la principal fuente en la contaminación de los acuíferos. Debido a que solamente en estos últimos años se ha intensificado el uso de nitrógeno fertilizante, el mayor aporte de este nutriente podría provenir del lavado de nitratos originados en la mineralización de la materia orgánica del suelo y no aprovechados por el sistema radicular de las plantas.
El agua para el consumo humano o para riego (ver Riego) se extrae de la formación Puelches y los sedimentos de las formaciones pampeana y postpampeana, que poseen una recarga autóctona (Santa Cruz, 1988). Sus límites, superior e inferior, no son impermeables, por lo que los nitratos exportados del suelo a través del lavado ingresan a estos acuíferos (Costa et al., 2000; Rimski-Korsakov et al., 2000).
- Plaguicidas
Los contaminantes no permanecen estáticos en el punto de emisión, están sujetos a un devenir espacio-temporal que incluye una serie muy compleja de causalidades, que tienen como consecuencia, que sus efectos se manifiesten a gran distancia y tardíamente, en sujetos habitualmente distintos a los causantes de la misma (Eguiazu, 1989; Arnold y Briggs, 1993
Los plaguicidas deben ser suficientemente móviles como para alcanzar su objetivo y suficientemente persistentes como para eliminar el organismo específicamente atacado. Estas dos cualidades no son deseables desde un punto de vista ambiental. El desplazamiento de los plaguicidas hacia el acuífero es un fenómeno complejo donde actúan principalmente los procesos de sorción, degradación y volatilización.
La mayoría de los plaguicidas químicos son sustancias de bajo peso molecular y poco solubles en agua (como los organoclorados). La solubilidad (especialmente de fosforados y carbamatos) es la propiedad que más condiciona su transporte hacia estratos inferiores, pero existen otros factores que determinan la movilidad y persistencia de los plaguicidas y que influyen sobre los mecanismos de absorción y degradación.
Los minerales arcillosos y la materia orgánica del suelo junto con la actividad biológica pueden retenerlo parcialmente y amortiguar la contaminación de las aguas subterráneas.
La principal fuente de agua potable para muchas regiones de nuestro
país está constituida por las aguas subterráneas. Sin embargo, en muchos
casos, éstas son destino de los residuos de naturaleza líquida, producto
de la actividad del hombre. En las zonas agrícola-ganaderas puede
generarse contaminación por la aplicación de fertilizantes y/o plaguicidas
en exceso y por la descomposición de residuos orgánicos (USDA-SCS, 1992).
El deterioro de los acuíferos puede ser irreversible, o su saneamiento
extremadamente costoso (Foster e Hirata, 1991). Además, la percepción
de la población acerca de este problema y/o la preocupación por la
protección de las aguas subterráneas es escasa o nula.
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